domingo, 23 de noviembre de 2008

Extraño tanto vomitar

Extraño tanto vomitar
como escribir letras para ella
extraño el olor del cigarro
como al novio que volverá
y aunque aún haya ron en mi botella
y no lo bebas
me apiado de ti
que flaqueas tanto como yo
calla, sabes que en mi no existes
mejor,
pide al interprete uno en las rocas.

Ron, Piña y Tierra

Custodiados por la Osa menor
Ramón señala
una obra tan lejana a la estética
creada por el demiurgo dentro de ella
la observo en viaje encima
es la pangea
criatura húmeda
no necesita forma, no la tiene
bebida de piratas formo sus relieves
y no en siete días
el fruto le dio consistencia
y no se extingue
es la parte de la tierra
más perfecta y habitable.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Con el tiempo he aprendido...

que con el tiempo aprederás.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Sacred realm

En el reino del señor
los ángeles son bellos
hijos de Dios
profetas del orden
sacrosantos autómatas.

Pero en la tierra
consentidos se saben
y desobedientes accionan
sus trompetas desafinan
la isócrona equivalencia
del reino del hombre.

viernes, 31 de octubre de 2008

El duelo de las mariposas

Las tardes de Octubre son miserables
los árboles se decrepitan 
el arder del sol nos vuelve infelices
y aun así, tu mirada siempre en alto
orgullosa,
que la tierra te jure hermosa! 
a los ilusos, concediste un rostro inmaculado
y yo! el loco
que en las rutas de tu corazón profano
he perdido la cordura
advierto a los peregrinos
que jamás han hecho caso
bien por ellos.

Como las mariposas 
tejimos el cortejo en el viento
pero vientos hay muchos
hay muchos...

Yo el loco, te lo advierto
ella es que el sol más bella
el miedo habita en su cuerpo
y el deseo en su mente
implacable
como nuestro duelo.

lo siento que el sol más bella

es triste, 

yo lo se

lunes, 13 de octubre de 2008

O bien dicho sería:

Allá en Copacabana la mujer es reina, es soberana.

sábado, 11 de octubre de 2008

A proposito de los Ángeles.

Aún conservo tu fotografía
que solo recuerda
cuan bella eres
tu mirada es tan quieta
tan ajena
tan malvada
como un aviso
de lo nuestro